Conocidos ya sus montes en tiempos de Alfonso X como lugar donde habitaba el oso, representa uno de los esfuerzos medioambientales más importantes de Extremadura para apoyar el desarrollo de la biodiversidad cinegética.
Los terrenos intrincados se alternan con dehesas, donde las ovejas pastan y la encina y el quejigo aparecen como arboles más representativos junto a madroños, . Zona de Refugio de especies amenazadas y protegidas como el lince Ibérico, el buitre,n el águila imperial, que conviven en perfecta fraternidad unos por arriba y otros a pie de monte, Como las bandadas de cigueñas y grullas que cada año nos visitan.
La tradición cinegética esta muy arraigada histórica y socialmente, actividad deportiva y recreativa que encuentra en nuestra tierra un paraíso con gran variedad que forma una sugestiva oferta para el buen aficionado a la caza. Desde el jabalí y el ciervo a la perdiz roja, atrayendo a gentes de todo el mundo a cazar estas bellas especies.